Kioskos fotográficos, un servicio de valor añadido para los clientes

Hoy en día, cualquier establecimiento debe ofrecer siempre aquellos servicios que más demanda el público y que esté relacionado con su sector. La clara apuesta por la tecnología es una señal inequívoca que en un establecimiento se preocupan por satisfacer las necesidades de los clientes. Por ejemplo, en una librería o copistería, un kiosko fotográfico puede ser una alternativa estupenda para ofrecer un servicio de valor añadido, siempre con la máxima calidad.

Kiosko fotográfico, máxima atención a los clientes

Se trata de dispositivos que tienen unas excelentes características y algunos modelos pueden contar con hasta 5 impresoras, con unas impresionantes 1.600 copias por hora, lo que posiciona a estos dispositivos como una importante referencia a tener en cuenta.

Cuentan con lectores de tarjeta, para que cualquier persona pueda meter su tarjeta de memoria, seleccionar las fotografías o documentos que quiera e imprimirlos a máxima calidad, en muy poco tiempo y a precios bastante asequibles. Además, hay que destacar que existen diferentes tamaños de impresión, siempre dependiendo del modelo de kiosko fotográfico elegido. Algunos modelos pueden imprimir desde 5 x 15 hasta 20 x 30.

De esta forma, un establecimiento como una copistería o librería podrá seguir llevando a cabo su trabajo mientras los clientes imprimen lo que desean. Esto contribuye a una notable mejora de la productividad de la empresa. Todo ello por una mínima inversión, con un ROI muy rápido y un servicio de valor añadido para todos los clientes. ¿Se puede pedir más a un dispositivo como estos?